NUEVA YORK, 5 de junio de 2007

Martes 5 de junio

Me levanté y desayuné con los chicos en el depto. Después me fui a Greenwich Village, que lo recorrí durante un rato. Casas viejas, del siglo 17 o 18, muy lindas, y todas del mismo estilo, de alto y con la escalerita en el medio, que me encantan.
En un momento le pregunto algo a un hombre que iba caminando, y me quedé como media hora hablando con él, sobre el lugar, y especialmente sobre Argentina y sus vinos. El tipo tenía una casa por ahí, y su hobby eran los vinos. Conocía todo sobre Argentina en ese aspecto.
Del Village me tomé el subway para Columbus Circle, y me fui caminando desde ahí hasta la otra punta del Central Park, en la Quinta.
Me fui caminando desde que la quinta hasta el local de Modells que esta frente a la Grand Central Station. Compré las zapatillas que me había encargado mi hermano.
De ahí agarré de nuevo la Quinta hasta llegar a la 34. En el camino iba averiguando en negocios de electrónica, pero los flacos esos son increíbles. Te atendían de mala gana, no te daban bola, te trataban mal. En un momento, a uno le tuve que decir “bueno flaco, no me querés vender, me voy” porque me estaba tomando el pelo, le pedía que me muestre algo y caía con un pedazo de papel con la foto de lo que le pedía...
Me volví al depto. Ordené un poco el bolso, y con los chicos fuimos a comer a un restaurant de sushi, cerca de su casa. Muy lindo… estuvo muy bueno.
A la vuelta, pasamos por una tienda de licores, espectacular, había alcoholes y vinos de todo el mundo.
Volvimos al depto y a dormir.